Un año sin ferias en Euskadi
Dos hermanos, David y Cristina Tejedor Otero, llevan ya un año sin poder trabajar por culpa de la pandemia. Las ferias y romerías han desaparecido en Euskadi. “La temporada comienza en San Blas de Abadino, que es la mejor feria en ventas de rosquillas y para nosotros supone un porcentaje muy alto de facturación, y termina en Santo Tomás. Los feriantes estamos sin poder trabajar”, nos cuentan.
Roskogintza, rosquillas Amorebieta, situada en el polígono Zubipunta, es una pequeña empresa familiar que se dedica a la fabricación artesanal de la tradicional rosquilla anisada, también elaboran rosquillas fritas, pastel vasco, trata de manzana, pantxinetas,… productos que venden directamente en las fiestas y ferias de Euskadi.
Ambos son trabajadores autónomos, por lo que no tienen derecho a cobrar el subsidio del desempleo y tienen que seguir pagando facturas. “De la noche a la mañana nos hemos quedado sin poder trabajar. Tenemos una pequeña ayuda económica, pero hay que seguir pagando los recibos de autónomos, la factura de la electricidad y otros gastos. Por suerte las furgonetas y el pabellón ya están pagados, porque hemos sido previsores, pero la situación es crítica”, dice David.
Cristina remarca que como consecuencia del parón se han quedado con un gran excedente de rosquillas ya elaboradas, que caducan en agosto y que tendrán que destruir siguiendo las recomendaciones del departamento de Sanidad. “Pero es que además de las rosquillas que tendremos que tirar, tenemos muchos kilos de azúcar en el pabellón, que intentaremos vender a algún otro obrador”.
De todos modos, estos hermanos, educados en el trabajo y esfuerzo, no se rinden y creen que pueden aguantar este año. “Hemos perdido un año entero y el 2021 no pinta nada bien. Pero hay que ser positivos. Estamos haciendo un esfuerzo para la venta particular sobre pedido y tenemos la esperanza de que este año puedan celebrarse algunas ferias pequeñas. Seguiremos en la brecha”.
Para pedidos podéis llamar al teléfono 664175093