Laura Marrón, Directora General de BAIC (Centro Vasco de Inteligencia Artificial)

“La Inteligencia Artificial ha venido para quedarse”

Hace tiempo que la inteligencia artificial abandonó el espectro de la ciencia ficción para colarse en nuestras vidas y, aunque todavía en una fase muy inicial, está llamada a protagonizar una revolución equiparable a la que generó Internet. El objetivo de BAIC es liderar e impulsar el desarrollo de la Inteligencia Artificial en Euskadi para mejorar la competitividad empresarial y el bienestar de la sociedad vasca. Y al frente de este organismo se encuentra Laura Marrón, una vitoriana, Ingeniera de Telecomunicaciones, residente en Amorebieta.

Euskadi cuenta con numerosos activos que permiten hacer una apuesta decidida por la IA como palanca para la transformación digital y competitiva del territorio. “Nuestra misión es acelerar la implantación de la IA en la industria vasca. Disponemos de un ecosistema y unos objetivos compartidos entre agentes de distintos tipos; proveedores de IA (consolidados y startups), las empresas usuarias, las administraciones públicas y la oferta formativa. Trabajamos para un posicionamiento de Euskadi como polo de la IA industrial”, afirma Laura.

El tejido industrial de Euskadi está preparado, cada empresa deberá analizar su implantación. “Recomendamos que su implantación se lleve a cabo según necesidades y comenzando en polos concretos. El mantenimiento predictivo, por ejemplo, -señala la Directora General de BAIC- puede ayudar a las empresas a predecir desgastes y evitar la fabricación de piezas defectuosas. Actuar antes de que se produzca el fallo”.

Otro de los grandes retos a los que se enfrenta la IA en la industria vasca gira en torno a la transformación del empleo y más concretamente a la posibilidad de pérdida de empleo, que cada vez más las personas sean sustituidas por máquinas. La directora del BAIC sostiene que “la IA va a transformar la forma en la que nos relacionamos y trabajamos. Es evidente de que habrá puestos de trabajo que se conviertan en más repetitivos y que puedan ser realizados por esta herramienta, por lo que habrá puestos en los que se necesiten menos personas. El reto, no obstante, consiste en darle la vuelta a este escenario y poner el foco en la formación. Hace falta un cambio educativo y formativo. La IA va a aportar nuevas oportunidades de trabajo, pero va ligado a la formación, Euskadi no se puede quedar atrás”.

La Inteligencia Artificial se ha colado en nuestras vidas con desarrollos visibles como el Chat GPT, entrenado para reconocer y mantener conversaciones con las personas. Su función como herramienta basada en inteligencia artificial es interpretar las preguntas que los usuarios le hacen y ofrecer respuestas coherentes y rápidas, en formato audio o escrito. Una herramienta muy utilizada por los estudiantes.

Laura Marrón habla con pasión de su trabajo, del futuro de Euskadi con la Inteligencia Artificial. Anima a la gente para que sea proactiva, que no tenga miedo a la IA y a los estudiantes a que apuesten por una formación de futuro.

La inteligencia artificial se basa en los datos, en muchos datos, cuantos más mejor. El problema es quién maneja esa ingente cantidad de datos y con qué objetivos. Sus aplicaciones en múltiples sectores —como salud, industria, finanzas, transporte o educación, entre otros— han provocado que la Unión Europea desarrolle sus propias Leyes. “La nueva normativa establece obligaciones para proveedores y usuarios en función del nivel de riesgo de la IA. Se ha establecido una pirámide a razón del riesgo”. En la parte alta están los sistemas de IA de riesgo inaceptable, que son los que se consideran una amenaza para las personas y serán prohibidos. Luego están los de alto riesgo; que son los sistemas de IA que afecten negativamente a la seguridad o a los derechos fundamentales. Luego está la IA generativa, como ChatGPT, tendría que cumplir requisitos de transparencia y los sistemas de IA de riesgo limitado en la que los usuarios deben ser conscientes de cuándo están interactuando con la IA. Esto incluye los sistemas de IA que generan o manipulan contenidos de imagen, audio o vídeo. “En Euskadi apostamos por un código ético de la IA”, señala la Directora General de BAIC.

Laura y su familia se instalaron en Amorebieta hace unos años. No usó la IA para tomar esa decisión, pero el “casting de pueblos” que realizaron para decidir su lugar de residencia determinó que Amorebieta es el mejor lugar para desarrollar un proyecto de familia. “La oferta educativa, cultural, de espacios verdes, seguridad, accesibilidad y transporte…nos decantó por Amorebieta. Estamos encantados aquí”.  

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