JON BILBAO, UN VERDADERO CICERONE

El científico Stephen Hawking fue uno de sus clientes en Lanzarote
Cicerone es un término antiguo para definir a un guía de turismo, alguien que dirige a turistas y visitantes por museos, galerías y similares. Jon Bilbao es un guía de turismo especializado en empresas y congresos pero, a la vez, conocido por los servicios realizados a exclusivos grupos privados en el archipiélago canario, la península y alrededor del mundo y a personalidades como el mismo Stephen Hawking.
Este zornotzarra se ha convertido en uno de los guías más reputados gracias a su buen hacer, al trato afable y a un servicio personal. “Los clientes quieren un trato directo, les interesa tu vida, lo que opinas, porque todo el resto ya lo tienes en internet o en las App´s de viajes”, asegura Jon.
Este “cicerone zornotzarra” domina varios idiomas, herramientas indispensables para la relación con los turistas; euskera, castellano, francés, inglés, italiano y se defiende en alemán. Trabaja en Lanzarote, donde ya lleva 17 años, y también en Bilbao. “Porque cada cierto tiempo vengo a Amorebieta, para no romper lazos y realizo varios servicios en Bilbao y otros puntos de Euskadi”.
Jon, a través de la agencia en la que trabaja, está más dedicado a congresos, eventos, grupos específicos. “He trabajado con representaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con expresidentes como José Luis Rodríguez Zapatero, periodistas de grandes canales de televisión – Traveller, Canal Viajar- de prensa escrita como The Telegragh de Londres, quien quería una visión distinta de la isla y al final escribió un reportaje que hablaba de mí”.

Pero sin duda el cliente más ilustre de todos ha sido el científico Stephen Hawking, fallecido este mismo año. “El profesor Stephen – como le gustaba que le llamaran- llegó en un crucero a Lanzarote, con destino a Tenerife, donde asistía a un congreso. Todo era supersecreto, tuve que organizarlo todo sin decir nada a nadie. El prestigioso físico teórico mundial se paseó con su silla de ruedas por las Montañas del Fuego y algunos otros centros turísticos de la Isla guiado por Jon Bilbao, lo que no pasó desapercibido a la prensa, en una época en la que se había lanzado a la gran pantalla una película biográfica por título «La Teoría del Todo» y publicaron una foto del profesor Stepheny Jon en la portada de varios diarios de las islas. “Le conté datos de vulcanología y geología de la isla, visitamos Timanfaya y luego fuimos a hacer una cata de vinos con un amigo sumiller, porque el profesor estaba muy interesado en los vinos. Con ayuda de su asistente personal y a través de impulsos mentales se comunicaba conmigo. Lo pasó muy bien, hasta tal punto que me dijo que a la vuelta de Tenerife visitaría de nuevo Lanzarote. Por desgracia se sintió indispuesto y no regresó, pero me envió un mail desde Londres disculpándose e invitándome a visitarle y me dijo que él sería mi guía. En marzo de este año murió y ya no pudimos volver a vernos. Tengo ese mail enmarcado en casa como un tesoro”.
Esta conexión con uno de los personajes más importantes de este siglo le hizo especialmente feliz a Jon, quien ha vivido experiencias increíbles gracias a su trabajo. “Uno de los servicios más alucinantes me llevó a recorrer todo el mundo en jet privado con una familia con 4 hijos, sus niñeras y la tripulación. Una familia inmensamente rica- cuyos datos no puedo dar por un compromiso de confidencial- con los que viajamos por todo el mundo, en los mejores hoteles y restaurantes, con compras escandalosas en las tiendas más caras desde Nueva York hasta Dubai, fue una experiencia que me abrió a un mundo inalcanzable para el resto de los mortales”.


Jon posee el título de Técnico Superior en Información y Comercialización Turística y el de Guía de Parques Nacionales y Guia Intérprete Acreditado de las Islas Canarias. Además, tiene cuatro diplomas de “calidad turística” y cursos de protocolo de la Universidad de Las Palmas y guía acreditado del Guggenheim En un momento en el que la profesión vive una oleada de intrusismo pide que en Euskadi se regule y se apruebe una legislación para los guías turísticos locales. “Existe un vacío legal en el sector y aunque hace unos años se aprobó una nueva Ley de Turismo, aún no ha dado una solución a la situación de alegalidad. Yo soy el único guía oficial en Bilbao. A día de hoy en Bizkaia cualquier persona puede realizar el trabajo de un guía sin ningún tipo de preparación o estudio, y, al no existir regulación, no es considerado como intrusismo laboral. En otras comunidades autónomas que cuentan con gran afluencia turística, como Madrid o Catalunya, la situación laboral de los guías está legalizada y se castiga con severas multas las prácticas invasivas y se realizan exámenes de idiomas y de conocimientos a quienes deseen ejercer de cicerones, además de exigir un nivel de estudios en torno a la ciudad correspondiente. “El turismo necesita un equilibrio, no se trata de llenar hoteles, no podemos cometer los mismos errores que en Barcelona, donde hay barrios en los que no se puede vivir, el Casco Viejo de Bilbao no puede ser un parque temático. Hay que dar calidad y servicio. Y para ello necesitamos regular el sector de los guías turísticos”.

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