Hoy han comenzado los trabajos de exhumación en el cementerio de Amorebieta

Podría albergar la mayor fosa común de Euskadi con unas 200 personas enterradas

Esta mañana han comenzado en el cementerio de Amorebieta los trabajos de excavación completa de la que podría ser la mayor fosa común de la Guerra Civil en Euskadi. Un sondeo llevado a cabo, el pasado 5 de mayo permitió localizar restos óseos de varios individuos muertos en el contexto de la Guerra Civil en la zona.

 Esta intervención forma parte del programa de búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil que el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos –Gogora mantiene con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano. 

Los trabajos  se realizan en una zona acotada del cementerio donde la documentación histórica y varios testimonios indicaban que fueron enterradas personas fallecidas durante la guerra, tanto combatientes, como heridos fallecidos en el hospital o mujeres y bebés que murieron estando presas en la prisión de Amorebieta. 


La parcela, de unos 200 metros cuadrados, cubierta de hierba y con una cruz en el centro, se sitúa a la derecha del acceso al cementerio. Esta primera intervención se practicó en un área de unos 6 metros cuadrados, y en ella se localizaron, además de objetos, restos óseos, algunos de ellos con fracturas, no conectados entre sí, que hacen pensar que fueron enterrados en este lugar trasladados desde otra ubicación, donde perecieron. Entre los objetos, destacan una hebilla de cinturón y una moneda de dos pesetas del Gobierno de Euzkadi, emitida en enero de 1937.

Alberto Sampedro, miembro de la agrupación Euskal Prospekzio Taldea, maneja datos que indican que en este lugar podrían estar enterrados más de 200 cuerpos. “Los restos hallados están en la parte de arriba y nos certifican que hay una fosa y según nuestros datos podría haber más de 200 cuerpos”. Si las cifras que manejan estos investigadores son reales, estaríamos ante la fosa común más grande de Euskadi. Sampedro asegura que esta fosa está sin tocar desde la Guerra Civil. “Nunca se ha levantado, tampoco para llevar cuerpos al valle de los Caídos, como sucedió en otros lugares”.

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