Ella se define como una poeta de andar por casa. Y sí, estoy de acuerdo. Pero su casa es un mundo lleno de humanidad. Escribe lo que siente. Lo que le sale de las tripas y el corazón. Lo traslada al blanco del papel con tinta de realidad. Es como la bofetada de un espejo que te obliga a reflexionar. Sí, definitivamente Edita Brocos es una poeta de andar por la casa de cada persona, una poeta que con sus letras te coloca ante la realidad y te descoloca ante tu propia razón.
“Exactis mensibus” con los meses cumplidos” es el primer libro de poemas de Edita Brocos (Bilbao, 1953). Una pequeña muestra de todo lo que ha escrito a lo largo de su vida. Lectora empedernida, influenciada por grandes poetas; Neruda, Alberti, Rosalía de Castro, María Zambrano, Gloria Fuertes, Pablo González de Langarica. “En cierta ocasión coincidí con Pablo y compré su libro “Contra el rito de las sombras” y me impactó muchísimo”. Edita es una mujer-esponja que lee y escribe a todas horas. “Mi cultura proviene de todo lo que he leído, de una mente inquieta. Son imágenes sentidas y escritas, por eso está llegando a la gente, para nada son académicas mis poesías, la rima me parece una cárcel”, señala Edita.
“Tengo el decir de las cosas
como regalo preciado,
como vestido de ángel
cosido a mi costado…” (EL DECIR DE LAS COSAS)
El libro, con una portada sencilla y evocadora, ha sido publicado por Noski servicios editoriales, una librería de Renteria, que la pareja de poetas Xiara Nuño y Juan Manuel Uria atienden con vocación. Para su primer libro ha elegido sus poemas más positivos, aquellos versos que no fueran agresivos, pero sí reflexivos.
“Todo lo vivido no existe.
El día de ayer es solo una sombra,
el mañana, una ilusión…
y el hoy muere antes de nacer.
Mira cuán poco actual es tu dolor”. (ACTUALIDAD).
Pero no deja de lado la injusticia y las guerras. Varios de sus poemas hablan de los violentos, de las madres de los muertos, del éxodo. Como ella dice: “una poesía conectada con la vida, los estertores del mundo y los ecos del Universo”.
“Los arsenales están llenos de armas,
aúllan por las noches reclamando muertos
y los traficantes afilan sus colmillos” (ARMAS).
Con esta publicación ha cumplido un sueño, plasmar en un libro parte de su creación. Sus hijas; Silvia y Mónica le han empujado y animado a ello. Y Edita ha traspasado, por fin, el umbral de la intimidad y afronta ahora sin temor el juicio de la opinión pública, porque ella es su mayor crítica.
“Soy el perro de mí misma
y el bozal que me reprime” (SOY YO).
Edita Brocos lamenta no poder leer más poesía. Le quedan aún muchos libros por leer y – dice ella- pocos años por vivir.
“Al tiempo espacio le pedí
y al espacio continencia
para que brotara de mí
el viejo árbol de la ciencia…” (TIEMPO Y ESPACIO).
Pero ella dejará su firma en este mundo gracias a este y esperemos que a otros libros de sus poesías. Aunque confiesa que no tiene grandes ambiciones. Lo mejor ha sido escribirlo.
“…y con mi poquita voz pretendo ser oída.
Es ridículo el tremor de mi canto sin pautar
y es osado imaginar “una audiencia infinita” (FIRMA).