Este año el torneo de Navidad de baloncesto se celebró los días 26 y 27 de diciembre. En esta segunda edición ha vuelto a sorprender la gran afluencia de público, el polideportivo estuvo a rebosar de padres y amigos que animaban apasionadamente a sus equipos. Debe de ser que la afición por este deporte está aumentando, y cada vez son más los niños que lo practican.
Este año han tomado parte en este torneo más del doble de niños que el año pasado, alrededor de unos 140 niños de todos los colegios de este pueblo. No hace mucho tiempo a los colegios les costaba un verdadero trabajo completar un solo equipo para poder competir en las categorías premini y mini que organiza la Federación Vizcaína de baloncesto. En estos momentos la mayoría de los colegios cuenta con 3 equipos de estas dos categorías, por eso, para que todos los niños y niñas pudieran tomar parte en esta competición en algunos casos se han tenido que juntar dos equipos en uno solo, pero esto no ha supuesto ningún problema porque todos los niños y niñas estuvieron encantados de tomar parte en el torneo.
El día 26 compitieron los equipos de minibasket (10 y 11 años) de los cuatro colegios de Amorebieta: Karmengo Ama, Karmelo, Andra Mari ikastola y el CP Larrea. Resultando ganador el equipo Karmengo Ama. El día 27 fue el turno de los equipos de preminibasket (8 y 9 años) de Andra Mari ikastola, Karmengo Ama, CP Larrea y CP Matiena. En este caso, quedó vencedor el equipo del CP Larrea. Además de disfrutar de la propia competición, el torneo supone un punto de encuentro para los niños y niñas de los distintos colegios de Amorebieta con la misma afición. Realmente sorprendió el alto nivel de los niños y niñas de estas edades.
Al igual que el año pasado el supermercado Ercoreca fue el patrocinador de las meriendas de los niños, y los trofeos para cada equipo y para cada niño o niña corrieron a cargo del polideportivo Larrea. Agradecemos a todos los colegios participantes por su colaboración, así como a los organizadores, padres y madres del CP Larrea, y a todos los voluntarios (árbitros y jueces de mesa), ya que sin ellos tampoco sería posible la organización de eventos de este tipo. Esperemos que las cosas sigan así, y que dentro de poco este torneo se convierta en un clásico de Navidad.
