• De este modo, y en colaboración a la asociación Esku Hutsik, busca visibilizar las pérdidas que ocurren en cualquier momento de la gestación, parto o postparto “al día, en el mundo, ascienden a 23 millones, 44 por minuto”.
El Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano se ha adherido hoy, 15 de octubre, al Día mundial por la concienciación del duelo gestacional, perinatal y neonatal, en colaboración a Esku Hutsik, asociación de duelo gestacional, perinatal y neonatal de Euskadi y Navarra.
Tal y como explica la propia asociación, el duelo perinatal corresponde al ocasionado por las pérdidas que ocurren en cualquier momento de la gestación, parto o postparto: “existen muchas casuísticas y nomenclaturas: muerte intrauterina temprana o tardía, muerte intraparto, aborto espontáneo, interrupción del embarazo, muerte de un mellizo o gemelo, muerte gestacional, perinatal o neonatal… Incluso se habla de este tipo de duelo en casos de infertilidad”.
La asociación subraya que, al día, en el mundo, hay 23 millones de estas pérdidas: “esto es, 44 por minuto. A nivel estatal, mueren en periodo perinatal, desde la semana 22 de gestación hasta los 28 días de vida, alrededor de 2.500 bebés al año, con un impacto directo en 6 familias al día. Y en estos datos no se tienen en cuenta ni las muertes neonatales a partir del día 28 de vida, ni las interrupciones voluntarias y legales del embarazo, ni las muertes gestacionales en embarazos del primer y del segundo trimestre, cuyas cifras son mucho más elevadas. Así, se estima que, en total, el 25% de los embarazos, uno de cada cuatro, no termina con un bebé en brazos”.
De este modo, recuerdan que el duelo perinatal afecta tanto a la familia y al entorno social cercano, como a las y los profesionales sanitarios que lo atienden: “profesionales que adquieren un papel determinante para que las personas afectadas puedan sobrellevar el duelo de la forma más sana posible”.
Además, señalan que estos son duelos que a menudo son invisibilizados y desautorizados: “no reciben el correspondiente permiso social para sentirlo y expresarlo de forma abierta, y, por tanto, no reciben el apoyo debido en el ámbito social y sanitario. Si no se reconoce la muerte, tampoco el correspondiente duelo de las y los progenitores”.