Me toca decir adiós a doce apasionantes años al frente del Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano.
El pueblo no es el mismo tras estos doce años. Yo tampoco. Se suele decir que el cargo no nos va a cambiar, pero los tópicos tópicos son, y el cargo de alcalde tiene tantos condicionantes que es imposible tener la misma mirada a la hora de salir que antes de entrar.
La relación con los vecinos, con los grupos de interés, con el tejido económico y social de nuestro pueblo nos cambia la mirada, nos obliga a pactar con la realidad. Como no, los empleados municipales y los grupos políticos con representación municipal han condicionado, y mucho, mi actuar.
Y ante cualquier eventualidad, hay un último responsable, que es el alcalde. Para lo bueno, y, sobre todo, para lo malo.
No es cuestión de contar anécdotas o batallitas pero lo que más y mejor he aprendido es a convivir con situaciones desagradables, incluso hirientes, desde el punto de vista humano. Esta experiencia me ha endurecido. Y no sé si eso es bueno del todo.
Agradezco a mi partido, EAJ-PNV, que haya depositado en mí la confianza de poder representarlo ante todos los zornotzarras. Aunque tengo que decir que entramos en esto de la “res pública” escuchando la poesía del servicio público y de los ideales, nos topamos de inmediato con la prosa del procedimiento administrativo.
Sin citar expresamente a nadie, quiero agradecer a todos cuantos nos han ayudado a transformar y mejorar Amorebieta-Etxano. Sus equipamientos, sus calles y sus parques, poco tiene que ver con los de hace unos años.
Nos ha tocado gestionar en momentos de bonanza económica y de escasez, y me enorgullece decir que la cohesión social ha permanecido en unos tiempos y en otros, y que se ha conseguido el ensanchamiento de la oferta cultural, deportiva y social. Aunque en toda obra humana hay luces y sombras, estoy muy orgulloso del trabajo desempeñado. Orgulloso, también, de haberlo hecho con lealtad: lealtad, sobre todo, a mis compromisos y lealtad a mis convicciones. En definitiva, con la conciencia tranquila.
Deseo fervientemente que se dé una continuidad a este trabajo, pero soy consciente de que la continuidad de los proyectos ha de ir acompañada del necesario relevo de las personas.
Atzera begira jartzerakoan etorkizunari ateak ireki nahi dizkiogu. Horregaitik, aintzinako euskaldunak bezala, diñot “katea ez da eten”
Amaitzeko, azkenengo 50 urteotan egon den olerkari euskaldun onenetarikoaren bertsoak ekarri nahi ditut gogora.
Xabier Letek, Izarren hautsa abestian, idatziriko pasarteak baliagarri dira bizitzan, norberaren ibilbidean eta baita herrigintzan.
Ekin ta ekin bilatzen ditut,
saiatze hortan ezin gelditu,
jakintza eta argia;
bide ilunak nekez aurkitu,
lege berriak noizpait erditu,
hortan jokatuz bizia.
Gizonen lana jakintza dugu:
Ezagutuz aldatzea,
naturarekin bat izan eta
harremanetan sartzea.
Eta indarrak ongi errotuz,
gure sustraiak lurrari lotuz,
bertatikan irautea:
ezaren gudaz baietza sortuz,
ukazioa legetzat hartuz
beti aurrera joatea.
Eta honegaz amaitzen dot:
Gu ere zerbait bagera eta,
gauden tokitik hemendik bertan
saia gaitezen ikusten:
amets eroak baztertuz bertan,
sasi zikinak behingoz erreta,
bide on bat aukeratzen.
Eskerrik asko.
Plazer bat izan da mundakar batentzako zornotzarren alkate izatea