Alex Txikon atacará el domingo el Lhotse

Txikon y Madariaga lanzarán
el domingo su ataque al Lhotse
El alpinista lemoarra ha bajado hoy hasta el CII del Everest
«Me ha pasado algo increíble cuando he llegado al Campo II. He notado que alguno me miraba un poco raro, pero dos montañeros que conozco se han echado a llorar al verme… Ha sido algo increíble. ‘¿Pero qué os pasa?’, les he preguntado, porque no entendía nada. Pero todo tiene una explicación: lloraban porque creían que estaban delante de… un fantasma, un espectro, un espíritu… Pensaban que estaban viendo a un muerto. Pensaban que el alpinista que había muerto el miércoles era yo y no el pobre Bolotov. ‘Alex, Alex’, me decían. ¡Claro! Habían confundido Alex con Alexei y pensaban que yo y no Alexei Bolotov había perdido la vida el miércoles. Y, claro, al verme les ha invadido una especie de susto, desconcierto, emoción… Y se han echado a llorar».
Así hablaba hace unos minutos Alex Txikon desde el Campo II del Everets/Lhotse/Nuptse, a 6.400 metros. Unas horas antes, hacia las 9.00 horas de Nepal, Alex había emprendido camino de vuelta desde el Campo III del Nuptse, distancia y desnivel que ha salvado sin contratiempos, aunque con una dificultad añadida: ha cargado con casi 45 kilos. «No quería dejar nada arriba, ni material de escalada, ni elementos de la tienda, ni basura… Nada de nada. Tenemos que cuidar las montañas, hoy más que nunca», nos explicaba. Al menos, ha podido disfrutar de una mañana soleada, lo que siempre es de agradecer en el Himalaya.
Aunque algo cansado por la paliza de los tres últimos días, y aún emocionado por las recientes e irreparables pérdidas de Benantzio Irureta y de Alexei Bolotov, Txikon transmitía una moderada satisfacción. «Estoy contento porque ya me he podido juntar al fin con Juanra Madariaga, al que he echado un montón de menos, y con Jorge Salazar, un montañero mexicano. Además, mañana se nos va a unir Ferrán Latorre. Así que, si todo va bien, el domingo atacaremos la cumbre.

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