Llegar a una meta u objetivo trazado es una hazaña celebrada y compartida con todos, pero el proceso para llegar a ella no siempre se ve. Tras largos años de hallazgos, esfuerzo y constancia, he aprendido que sin lucha, no hay progreso. He escuchado en muchas ocasiones de Mi Maestro Sensei José Luis Salas, que el “no puedo” no existe, que los límites los pone nuestra mente.
Así ha sido cómo he alcanzado mis objetivos en las artes marciales. Con 44 años y siendo madre de familia, empecé en Ninjutsu. Hoy con 52 años y mucho trabajo duro detrás, estoy muy orgullosa de mi progreso superando exámenes de grado, culminado con el Cinturón Negro 1º Dan, así como de mis títulos logrados en todas las competiciones a las que he asistido en el panorama nacional (Toledo, Galicia, Bizkaia,..) compitiendo en diversas categorías de Kata con armas, Kata de mano vacía y Defensa Personal.
Todo este tiempo dedicado a las artes marciales ha marcado mi personalidad, ya que no solo se trabaja la elasticidad, coordinación, flexibilidad y equilibrio, sino también el coraje y la autoestima entre otros valores. Es importante saber compaginar familia, trabajo y emplear el tiempo libre del que se dispone en cultivar cuerpo y mente. En mi opinión, las artes marciales son perfectas para proporcionar ese equilibrio tanto en niñ@s, jóvenes y adultos.
“Gracias a mi familia Wado Kan por el empuje y gracias también a aquellas voces de desánimo que a veces escuché, me hicieron aún más fuerte” MARISA PAREJO