LA COLECCIÓN DE ASIER QUINTANA EN VOGUE

Basado en el arte performativo; cuerpo, espacio y tiempo. Así define su proyecto Asier Quintana, un diseñador y artista zornotzarra que, pese a su juventud, apenas tiene 24 años, ya ha presentado su colección del trabajo de fin de máster en la prestigiosa revista de moda VOGUE. Lo entrevistamos para descubrir porqué el negro ha sido protagonista en su colección, en qué se inspira a la hora de crear una colección y para hablar sobre su trayectoria profesional.

¿Cómo definirías tu estilo a la hora de crear?

Mediante el uso de las prendas como medio en mis proyectos, me gusta contextualizarlas en un marco artístico para desarrollar proyectos que permitan tratar temas más interesantes, a mi modo de ver, ayuda a crear un proyecto más desafiante para la audiencia, ya puede ser un video, un performance o un desfile. Con el tiempo he ido desarrollando un estilo más concreto como la sastrería, me gusta jugar con el concepto de las chaquetas, las solapas, ropas más clásicas y reconvertirlo en algo fuera de su contexto inicial, tiene relación con la idea de romper algunas barreras de género en cuanto a quién se pone qué o qué está hecho para quién. Mis proyectos van dirigidos a todas las personas, de forma menos activista, pero es un elemento que me gusta introducir en todos los proyectos. 

¿En qué diseñador y cultura te inspiras?

El diseñador japonés Yohji Yamamoto, Alexander Mcqueen, Hussein Chalayan, tienen en común que han sacado la moda a un contexto menos frívolo y han intentado jugar con nuevas capas y nuevos matices de cómo trabajar. Yo bebo de mi cultura y del entorno en el que me he criado, y me gusta introducir algo que tenga que ver con la cultura euskaldun, no es siempre visible como tal, pero en el proceso siempre hay algo que lo representa, como por ejemplo un artista, un texto o la música y me gustaría seguir usándolo más.

¿Qué no te ha ofrecido Euskadi y sí Copenague?

Bueno, he de decir que no esperaba terminar en Copenhague y todo fue casualidad. Envíe mi solicitud y finalmente fue el destino quien me dio la oportunidad para realizar el master. Lo vi como una nueva oportunidad tanto para viajar como para estudiar. Es cierto que los modelos educativos son diferentes entre Copenhague y Euskadi, en Copenhague es un modelo basado más en proyectos y dedican un periodo largo de tiempo a desarrollar el proyecto y la formación es extracurricular, más enriquecedora, es un nuevo método en el que me he encontrado muy cómodo.

En cuanto a la colección en VOGUE, es parte del proyecto del trabajo de fin de máster que se llama LOGELA. Quería enfocarme en cómo desarrollar el proceso creativo de un proyecto de moda desde un ángulo diferente, utilizando el elemento de la performance como objetivo final. Decidí hacer un experimento con el concepto de la habitación ya que podía ser un elemento clave para generar un marco para todo el proyecto,

Refugio, descubrimiento personal, raíces, miedos en ciudades y creatividad, son 5 leyendas que forman parte del gran proyecto con diferentes metodologías para finalmente llegar al objetivo final. Escogí la de descubrimiento personal y miedo para implementar las metodologías performativas y gracias al experimento social, desarrollé diferentes piezas, cada pieza diseñada con objetivos diferentes.

En Vogue salió la representación de 4 elementos diferentes, basado en 4 personas, una de ellas en el medio e irían desvistiendo y poniendo las prendas sobre la persona que estuviese en el medio, para crear ese ritual de descubrimiento personal, y generar un nuevo outfit o silueta de la persona que estaba en el medio. 

¿Por qué ha sido el negro el color protagonizado por la colección?

Decidí solo trabajar con negro para mantener el proyecto neutral, porque a nivel conceptual tenía mucha fuerza y cada persona estaba inspirada en un elemento, cada look estaba desarrollado de diferente manera para cada uno. 

¿Tendremos la oportunidad de seguir viendo nuevos proyectos de este nivel?

Ahora mismo me siento con ganas de hacer diferentes cosas, me gustaría probar o intentar el mundo del teatro y de la ópera, probar la sensación de hacer una función en directo con representaciones de época y experimentar el tema del performance y exprimirlo un poco más, como empezar a hacer algún proyecto personal o encargos.

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