Los azules cosecharon un empate muy valioso en Lezama que les permite volver al fútbol profesional un año después
Ander Garizurieta
El Amore vuelve a ser de Segunda. Los azules cosecharon un empate muy valioso en Lezama que les permite volver al fútbol profesional un año después. Los aficionados acudieron en masa a las instalaciones de Lezama, y a las 17:30 los alrededores ya estaban repletas de zornotzarras. A las 18:00 llego el bus del Amorebieta, y los jugadores fueron recibidos con bufandas azules. Nadie se quiso perder la cita histórica, un encuentro que podría devolver a los de Mújika al fútbol profesional.
De las 3250 localidades que tiene el campo, la mayoría estaban ocupadas por camisetas azules. De hecho, ver una rojiblanca era una excepción. Unas gradas donde, aparte de azules, no cabía un alfiler. El repliegue de periodistas acreditados también fue impresionante. Medios locales y nacionales no querían perderse el enfrentamiento.
Ya en el partido, con las novedades en el once del capitán Seguín y del jovencísimo Julen Jon Guerrero, la afición se hizo notar; hasta el punto de que Lezama parecía Urritxe en todo su esplendor. La grada de animación “Etxano Sur” fue el motor de la gente, que llevó en volandas al equipo. No pararon de animar en ningún partido de esta ilusionante temporada, y tampoco lo iban a hacer en el último.
La primera mitad, en cuanto a juego se refiere, estuvo muy disputada. Ninguno de los dos equipos quería cometer fallos, y las ocasiones tardaron en llegar. Rayco fue el primero. El extremo izquierdo, quien fue uno de los azules más activos de los primeros 45 minutos, realizó un disparo cruzado en el minuto 8, pero se le marchó por muy poco. Jonmi también fue uno de los nombres a destacar, ya que repelió en un par de ocasiones los disparos de los jugadores del Bilbao Athletic. En cuanto a posesión, los de Pallarés dominaron en la primera parte.
Hay que destacar que, durante el partido, los y las aficionadas de Amorebieta estuvieron atentos al Murcia-Eldense, y el empate de los murcianos en el 38’ se celebró como si de un gol se tratara; ya que aumentaba las posibilidades del ascenso.
El Amorebieta salió mejor en la segunda mitad, mostrando una imagen de equipo de Segunda División. Los azules llegaban al área rojiblanca, pero el balón no terminaba dentro de los tres palos. En el minuto 65 llegó la mejor ocasión de los azules. Yriarte chutó desde el borde del área, fuerte y abajo, pero Padilla estuvo atento para evitar el gol. Los zornotzarras siguieron animando desde la grada, y también al partido mencionado entre Murcia y Eldense. La posesión en la segunda parte fue del Amorebieta, que buscaba una y otra vez el área rival, pero los disparos, o eran demasiado inocentes, o demasiados imprecisos como para transformarlos en gol.
Los minutos fueron pasando y los aficionados azules animaban a más no poder, conscientes de que el empate a cero les bastaba para ascender a Segunda División un año después. Finalmente, y tras minutos de auténtico nerviosismo, el encuentro finalizó con el empate a cero, y el Amorebieta dio cierre a una temporada mágica; poniendo la guinda con el ascenso.
