Sarai Serrano, vecina de Amorebieta, es trabajadora del SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio) en el barrio de Santutxu, en Bilbao. Lleva tiempo trabajando de casa en casa con personas dependientes y ahora, debido a la alarma sanitaria, todas sus compañeras y ella tienen más trabajo que nunca. “A esas personas que les prestamos servicio, se les hace imposible bajar al supermercado, a la farmacia o incluso bajar la basura y lo estamos haciendo nosotras por ellas. Además, las tareas de limpieza que tenemos que hacer a diario durante estos días deben ser más ‘exhaustivas’ por lo que nos lleva más tiempo“, nos cuenta Sarai.
Esta zornotzarra quiere subrayar la indignación y frustración que lleva sintiendo desde hace días, pero al contrario de lo que muchos puedan pensar, esta indignación no viene por el aumento de las tareas en su trabajo, sino porque cuando se dirige al barrio de Santutxu, su lugar de trabajo, parece que siempre hay alguna persona haciendo de vigilante desde su balcón reprochándole el andar por la calle. “Me refiero a esas personas que me gritan cosas como ‘vete a tu casa desgraciada’, entre otros insultos, que no merecen ser mencionados por lo desagradables que son”.
Sarai, que expone su salud a diario por tener que asistir a su puesto de trabajo en la capital pese a tener todo el material necesario para prevenir el contagio, quiere denunciar públicamente a esos “policías de balcón” y pide que por favor no se juzgue e insulte a la gente que vemos en la calle desde nuestras ventanas y balcones, puesto que no sabemos a qué se están exponiendo. “Hay personas que salen de casa para operar, para cuidar de sus mayores, para hacer la compra, para repartir, para curar, para trabajar en una fábrica, o para ir a trabajar al supermercado para que todas y todos podamos reponer nuestras despensas… así que por favor, dejemos de juzgar a nuestros vecinos y vecinas”.