Cuento de Navidad

Crónica ZST
Zornotza ST-71; Igualatorio Cantabria Estela-61
Parciales: 18-12, 17-18 (35-30); 12-16 (47-46), 24-15 (71-61)

Este sábado se ha vivido en Larrea un auténtico cuento de Navidad, nada más adecuado para estas fechas. Y es que el partido, partidazo, que se ha vivido en la cancha zornotzarra ha tenido todos los ingredientes de esas historias navideñas que se dan en la literatura y en las películas que se programan sin cesar por estas fechas. El Zornotza iba a tener que enfrentarse al líder con una serie de contratiempos que no iban a ir sino en aumento según pasaban los minutos. Se ponía todo en contra, parecía imposible tener una feliz Navidad, pero el cuento se transformará en un relato de superación y de lucha y al protagonista del mismo, un EQUIPO, le llegaría la ayuda imprescindible de su particular espíritu de la Navidad: un ángel en forma de AFICIÓN. Y así, tras muchas emociones, momentos malos, momentos buenos y momentazos mejores, el Zornotza lograba que este cuento tuviese un final feliz, vaya que sí.

Nosotros íbamos colíderes, con cuádruple empate, pero el Estela santanderino era quien ocupaba el primer lugar de la clasificación y además llegaba a Amorebieta enrachado, como un cohete tras pasar por encima del Zamora, líder hasta aquel momento, en la anterior jornada. Una plantilla tremenda la entrenada por David Mangas. El ambientazo en Larrea estaba asegurado, y más en estas fechas donde el ánimo está festivo y un acontecimiento como esté apetece sobremanera. Llenazo en las gradas.

El Estela llegaba al completo y el Zornotza contaba con una importante baja: Kevin Bercy. El canadiense, uno de los principales baluartes de los verdes, no podría llegar a tiempo para echar una mano en tan importante cita. Una ausencia que resultaba preocupante, pero la filosofía de Garita en estos casos es muy clara: no vamos a perder ni un segundo acordándonos de los que no están y vamos a ir a muerte con los que están. Y los que estaban iban a hacer alarde de méritos suficientes para que todo el mundo crea y confíe en ellos. Por tercer partido consecutivo los verdes realizarían una labor defensiva digna de ser ensalzada, dejando a otro de los grandes rivales en baja anotación. Gran labor colectiva.

El primer cuarto ha sido de una igualdad casi absoluta durante seis minutos. Eran más los errores en ataque de ambos equipos que los aciertos. Aunque hay que decir que el Estela movía bien el balón, buscaba y encontraba tiros en buenas posiciones, pero la pelotita no pasaba por el aro. En la otra mitad de cancha el Zornotza pretendía anotar en acciones individuales, en especial de la mano de un “tirao p’alante” como es Randy Onwuasor, siempre dispuesto a ir a pecho descubierto contra la defensa rival. En los últimos cuatro minutos de ese asalto inicial, el propio Onwuasor y un acertado Álex Mazaira propician un parcial de 9-2, pasándose de un 9-10 a un 18-12, que será el tanteo con el que concluye ese cuarto.

Como el Zornotza era un personaje dickensiano en este cuento navideño, las desgracias debían seguir cebándose con él, para dar más dramatismo al asunto. Mazaira queda lesionado. Garita se queda sin ala-pívots, tocará improvisar y pedir un sobreesfuerzo al resto de la plantilla. En ese sentido no hay ningún problema, los jugadores verdes son sacrificados y trabajadores, no se apocan ante una adversidad, solo piensan en superarla. Con ese espíritu arrancan el segundo cuarto en plan mandón; Davie Champagnie (un jugador que está sufriendo varios problemas físicos) anota al segundo intento una acción individual y Udun Osakue convierte un triple. En dos minutos abrimos brecha, 23-12, pero queda mucho tiempo por delante y el Estela va a reaccionar, eso es algo que todos teníamos claro. Y así sucede, liderados por Lance Kearse los santanderinos inician la remontada. Durante unos minutos asistimos a un duelo anotador entre el jamaicano y Onwuasor. Conseguimos evitar que nos den alcance, mantenemos los cinco o siete puntos de ventaja, ahí se estabiliza la diferencia y al descanso llegamos ganando 35-30. Podemos darnos por muy satisfechos, porque las cosas se ponen en contra pero aun así el equipo está respondiendo y manteniendo a raya al líder. Pero queda mucho tiempo y entre que nos falta uno, se lesiona otro y tenemos a un pívot renqueante… ¿qué más nos puede pasar?

Pues nos pasa que nada más comenzar el tercer cuarto Onwuasor se carga con cuatro personales. El cuento se está pasando de dramático. Con tanto contratiempo nos quedamos secos en ataque, nos faltan puntos, no acertamos desde fuera y dentro los santanderinos crean una barrera que recibe a nuestros chicos con tapones de diferentes modelos. El Estela ya asume su condición de líder, da la vuelta al marcador y amenaza con romper el partido. El pívot visitante Placide Nakidjim, uno de los jugadores más destacados de la categoría, encuentra la manera de sortear la defensa y anotar con facilidad varias veces. A dos minutos de finalizar este periodo estamos cinco abajo (41-46), es el momento más crítico, pero el Zornotza sale del bache. Champagnie, olvidándose de todos sus achaques físicos, se convierte en figura dominante en ambas zonas. Él encabeza a este grupo de guerrilleros que se dejan la piel cuando el efecto Larrea generado por la Marea Verde ya está a pleno rendimiento, como en las grandes ocasiones, y, tras habernos visto con la soga al cuello, conseguimos finalizar el cuarto por delante en el marcador (47-46), lo cual ya es todo un logro.

Con tantas cosas que se nos ponían en contra parecía imposible seguir haciendo frente a un equipazo como el Estela, pero cuando Larrea está así no hay misión imposible para este equipo. Los cántabros vuelven a intentar escaparse. El chadiano Nakidjim suma de dentro de la zona y desde el arco. Su triple nos coloca otra vez por debajo (47-51). Vamos de momento dramático en momento dramático, pero en cada uno de ellos hallamos la manera de sobreponernos. Ahora será Samu Barros el que levante al público de sus asientos con un triple que cae de la estratosfera. Champagnie nos devuelve la delantera en el marcador poco después. Llegan un par de aciertos de Juampi Sutina, con triple incluido, y el Estela pasa a dominar. Vaivenes en el marcador. Emoción desatada. Asistimos a un partidazo. A falta de cinco minutos llegan dos triples consecutivos zornotzarras; Onwuasor lanza desde casi la plaza del Ayuntamiento y a Osakue la defensa rojilla le da distancia y no perdona (60-55). El base Lamonte Thomas anota a tablero tras despiste en la defensa zornotzarra, pero Champagnie está desatado y percutiendo una y otra vez contra sus defensores logra él solito un 6-0. En cuatro minutos hemos conseguido pasar de un 54-55 a un 66-57. Estamos nueve arriba. Nueve. Esa es la diferencia clave. Porque en Santander perdimos por nueve, 91-82, y si además de ganar lo hacemos por más de esa diferencia… Bueno, quedan todavía dos minutos y medio, primero hay que intentar ganar y luego ya se verá si se puede lograr el objetivo secundario del average. En los siguientes dos minutos defendemos con uñas y dientes y no permitimos que el partido se nos escape. Ahora sí, ahora pensamos en la diferencia de puntos. Ambos entrenadores, Garita y Mangas, están muy pendientes de ello. A veinte segundos del final, Champagnie anota un tiro libre y recuperamos los nueve de ventaja (68-59). A siete segundos Sutina dispone de dos tiros libres y los anota (68-61). Tiempo muerto de Garita para preparar una última jugada e ir a por el triple que nos dé la victoria por más de nueve puntos. Saque de fondo. Osakue llega a cancha delantera, se abren nuestros tiradores, pero Udun no puede darles el balón, en cambio se lo deja a Rod Bobbitt, que desde la cabecera y en el último suspiro lanza el balón, que vuela, vuela, vuela… ¡TRIPLE! El Zornotza no solo vence, sino que lo hace por diez puntos. Doble valor de esta victoria. Se desencadena la alegría de público y equipo. La gesta se ha alcanzado. Lo realizado por los verdes es una heroicidad, habida cuenta de cómo iban transcurriendo las cosas. El cuento tiene un final feliz.

Enorme esfuerzo de todo el equipo. Gran trabajo de todos y cada uno de los jugadores y técnicos. Alegría para dar y tomar en estas fechas festivas. Despedimos el 2018 en todo lo alto. Todo digno de un brindis, y para esta ocasión, nada de brindar con vino, o cava, o champán, no, en esta ocasión hay que brindar con Champagnie. Y es que vaya partidazo el de Davie, merecidísimo MVP con 18 créditos de valoración (18 puntos, 9 rebotes, 3 recuperaciones, 7 faltas recibidas). El segundo jugador más valorado, 14 créditos, ha sido Rod Bobbitt, que como quien no quiere la cosa ha hecho un poco de todo (8 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, ¡5 recuperaciones!). El máximo anotador ha sido Randy Onwuasor con 19 puntos. Dobles figuras también para Udun Osakue, 14 puntos (además de 7 rebotes). Pero todo ello de nada habría servido sin la aportación defensiva de Joseba Estalayo, Mikel Sainz de la Maza o Imanol Orue-Mazaga, sin la dirección de Samu Barros, o sin los puntos de Álex Mazaira antes de quedar lesionado.

Tras este triunfo épico, otro más, de un equipo modesto pero a la vez ambicioso, que no se cansa de dar golpes sobre la mesa, habiendo ganado siete de los últimos ocho partidos, cuatro de manera consecutiva, el Zornotza está colíder, ahora ya solo empatado con el CB Zamora con 10 victorias y 5 derrotas. Curiosamente, caprichos del calendario, el próximo sábado son los zamoranos los que visitan Larrea, así que estamos ante otro partidazo y el que gane se quedará líder en solitario para empezar el año 2019. ¿Hay mejor manera de pasar la víspera de Reyes Magos? Ni hablar. Magia e ilusión a raudales habrá en Larrea ese día a las 18,30. No os lo podéis perder. No os lo vais a perder.

1, 2, 3,… ZOR-NO-TZA!!!

Artículo anteriorLA RESIDENCIA DE PERSONAS MAYORES DE AMOREBIETA REGALA UNA CENA A LA MEJOR FELICITACIÓN NAVIDEÑA
Artículo siguienteErrege Magoak musikaz, argiz eta ilusioz helduko dira Zornotzara