Ishaq Muhammad, cocinero pakistaní

Un sherpa del Karakorum en Amorebieta

Durante los últimos 10 años, Ishaq o Isaac, ha trabajado como sherpa y guía de montaña en la cordillera pakistaní del Karakorum. Natural de Baltistán, ha llevado a cabo muchas expediciones para coronar los ochomiles de la zona: Gasherbrum I, Gasherbrum II, Broad Peak, Nanga Parbat, y el mítico K2.

En el invierno de 2011 trabajó como sherpa cocinero en la expedición invernal al Gasherbrum I que llevó a cabo Alex Txikon y en la que perdieron la vida tres de sus compañeros de escalada. Allí se conocieron y trabaron una gran amistad durante los 10 días que permanecieron en el campo base a la espera de un helicóptero que les rescatara, ya que Alex sufría unas graves congelaciones en los dedos de los pies. “Dormíamos en la misma tienda cocina.- dice en una mezcla de inglés y castellano- le curábamos las heridas y compartíamos el lamento por los compañeros muertos”. Alex Txikon, agradecido como nadie, le consiguió una visa en la embajada y le invitó a venir a Euskadi. Su esposa le animó y lleva ya unos meses en el Restaurante Jauregibarria trabajando y aprendiendo cocina.

Isaac está muy contento en Amorebieta, aunque echa de menos a su esposa y sus tres hijos. Cuenta que en su pueblo de Baltistán si tienes dinero tienes acceso a la sanidad y la educación, pero que muchos niños no pueden estudiar y muchas mujeres que van a dar a luz y que no tienen dinero para una cesárea se mueren en sus casas si el parto llega con complicaciones. “Quiero traerlos si consigo el permiso de trabajo. Pero mientras tanto, les envío dinero y también les pago los estudios a mis dos hermanos pequeños, ya que hace unos años nos quedamos sin padres y yo soy el responsable de la familia. Le cuento a mi mujer que aquí la gente es muy buena. Todos me tratan bien y me ayudan”.

Isaac se prepara como cocinero. Cuando regrese a su país trabajará para las expediciones como jefe de cocina. También como guía de montaña. Nos cuenta que los treckings en la zona de Baltistán, sobre el glaciar Baltoro, con vistas a las grandes montañas, son espectaculares.

Durante este tiempo en Euskadi, Isaac ha conocido algo que creía que nunca iba a ver con sus ojos. “He visto el mar y me he bañado en la playa.- Beñat dice que de la ilusión por poco se ahoga- He practicado kayak y me ha encantado. También he subido a Belatxikieta y a un monte en Dima. Son montañas muy bonitas, diferentes a las nuestras, pero muy bonitas”.

Artículo anteriorEl Ayuntamiento dona ordenadores y material informático
Artículo siguiente6 de enero: Cross Zornotza