IKER ARRIAGA LLEGA A CASA TRAS DOS MESES DE NAVEGACIÓN EN EL PAKEA BIZKAIA

El Pakea Bizkaia se encuentra ya en el hemisferio norte. Los objetivos marcados en las 3.000 millas que le separan antes de arribar a Bilbao son las islas de Cabo Verde, la latitud de las Islas Canarias y arrumbar hacia las costas gallegas. Estos días se entrevé que sean muy complicados para navegar a vela, ya que se espera que las temidas calmas ecuatoriales se entablen desde el Ecuador hasta la latitud 20 grados norte, por lo que, el Pakea Bizkaia ralentizará su avance hacia el norte. En estas latitudes el calor es sofocante, con casi 30 grados en el exterior y una humedad del 95 %, la vida a bordo se hace complicada, sobre todo, en las horas centrales.
¿Qué destacarías de este viaje?
Destacaría la travesía desde Brasil hasta Bilbao. Es muy larga, unos 30 días de mar y hemos conocido de primera mano la navegación oceánica. También la convivencia entre los tripulantes, los conocimientos de la navegación a vela, la naturaleza…
¿Qué es lo que más te ha gustado de esta aventura?
Especialmente la navegación que es mi pasión y este viaje ha sido mi oportunidad para aprender.
¿Pero ya habías navegado antes?
Si, navego desde hace 3 años, desde que estudio Naútica. El primer barco en el que navegué fue El Saltillo, en el que he aprendido y sigo aprendiendo mucho, no sólo de barcos y navegación. También hace un año que participo en regatas con otro velero y otra tripulación. De todas formas nunca he realizado una travesía de esta duración, por lo que me ha servido para aumentar y mejorar mis conocimientos.
¿Cuál ha sido tu función en el barco?
Aparte de cumplir con el horario de guardias , estar disponible para cualquier tarea; mantenimiento del barco, echar una mano con la comida, arranchar el barco…. lo que haga falta. Cualquier barco, por muy moderno que sea, no navega solo. Con esto no quiero decir que no sea posible poner el piloto automático y tirar millas hasta quedarte sin combustible, embarrancar o pegártela contra un pesquero. La navegación requiere cuidados continuos. Se deben tener en cuenta, por ejemplo, el tráfico marítimo, porque aunque el océano es inmenso, se dan casos de colisión. También está la meteorología, cambios en el viento, avistamiento de chubascos… y como el Pakea es un velero, tenemos la tarea extra de cuidar del perfecto funcionamiento de las velas.
¿Cómo hacéis las guardias? Tenemos una rutina de guardias. Estamos divididos en tres grupos de dos personas cada uno. Las guardias fueron de dos horas desde la salida de Ushuaia, de modo que teniamos dos horas de guardia y cuatro libres. Ahora que el clima es más agradable, las guardias son de tres horas y seis libres. El clima o el horario pueden hacer de la guardia desde muy agradable a un suplicio. Unos días no pegas ojo. Pero otros días te despiertan, has dormido bien, te pones un bañador y una camiseta y en cubierta te espera un solazo espectacular. Así son casi todos los días desde que partimos de Montevideo, una verdadera gozada.
¿Qué destacarías del proyecto socio-educativo del Pakea Bizkaia?
Destacaría sus ganas de enseñar. Aunque los vascos históricamente tengamos una vinculación especial con el mar, hoy en día es un mundo casi desconocido. El equipo del Pakea Bizkaia ha sabido ver esta carencia y se ha volcado en extender el conocimiento del mundo marino y su cuidado. Muchas generaciones de niños y niñas agradecerán los valores inculcados por el equipo del Pakea Bizkaia.

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