Ana Uriarte, directora de BIOS Orkestra “Si yo no fuese de Amorebieta esta orquesta no existiría”.

Bios Orkestra, formada hace nueve años con músicos procedentes, principalmente, de Bizkaia y dirigida por la zornotzarra Ana Uriarte, ha actuado a lo largo de estos años en diferentes teatros y salas de conciertos: Palacio Euskalduna, Arriaga Antzokia. Baluarte, Teatro Gayarre (Pamplona), Logroño, Valladolid…
Entre las actuaciones del último año destacan las del Teatro Arriaga interpretando las operas “Der Schauspiegeldirektor” de Mozart y “La Canterina” de Haydn, siendo calificada por la crítica como “exquisita orquesta”. También son dignas de mención sus recientes interpretaciones de la zarzuela “La corte de Faraón” y de la ópera infantil “La princesa árabe” con música de Arriaga. Su última actuación fue hace unos días en la iglesia de Etxano dentro del ciclo Eleizatan. “Me gusta tocar en iglesias aunque a veces hay problemas con la acústica. Tiene un encanto especial por la proximidad del público”, señala la directora zornotzarra.
Ana Uriarte (Zornotza, 1961) es clara cuando rememora los primeros pasos de BIOS Orkestra; una asociación sin ánimo de lucro, una orquesta privada formada por músicos profesionales principalmente jóvenes. Los miembros de BIOS Orkestra ensayan en la sala multiusos del Zelaieta Zentroa. «El Ayuntamiento de Bilbao no pudo proporcionarnos un lugar amplio, porque somos muchos para ensayar y en cambio el Ayuntamiento de Amorebieta se portó fenomenal y nos ofrecieron estos locales. También la Coral Zornoza nos ha ayudado siempre”
El número de músicos varía según el programa. “Con la Boheme en Pamplona estuvimos 70 músicos en el foso de la ópera. Pero también ofrecen actuaciones más pequeñas, con agrupaciones de cámara. Me gustan las orquestas clásicas, como mucho 40 músicos y me gusta acompañar a solistas y cantantes”.
La cultura también está notando la crisis. “Nuestro objetivo es que no traigan formaciones de fuera para hacer lo que podemos hacer nosotros. No podemos competir con las orquesta de Bilbao y de Euskadi, ni con otras que vienen del extranjero y están subvencionadas. Nosotros trabajamos por proyectos y aunque muchos tenemos nuestro trabajo otros integrantes lo están pasando mal”, relata Ana. Al ser una orquesta privada no reciben demasiado dinero de las administraciones. Pero, como comenta Uriarte, «nosotros no queremos dinero, lo que queremos es tocar; así que, mientras nos contraten estamos contentos».
La aspiración de Ana es participar con la orquesta en proyectos innovadores. “Encontrar nuevos papeles para la orquesta, no ceñirnos sólo a lo clásico, abrir el abanico, hacer cosas diferentes, innovar”. Y como directora tiene ensueño personal. “Me gustaría hacer un réquiem tenebroso, un réquiem de Mozart con un coro de gente joven de Euskadi y mi orquesta”.

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